Hoy queremos hablarte de algo que va a ayudar a mejorar el rendimiento y eficiencia de tu equipo.
La mejor manera de cuidar tu herramienta de trabajo es hacerle un mantenimiento. El mantenimiento es lo más importante después de la máquina, porque te asegura: Un buen funcionamiento durante más tiempo, mas trabajos realizados, menos visitas técnicas, mas producción, menos dolores de cabeza.
Por eso queremos hablarte de un aspecto a tener en cuenta cuando se realiza el mantenimiento: La limpieza de los componentes ópticos
Limpieza de los componentes ópticos
El mantenimiento y cuidado de los componentes ópticos es vital para su durabilidad y para el rendimiento del equipo.
Para el mantenimiento de la óptica recomendamos contar con:
• Alcohol isopropílico en aerosol (1)
• Aire comprimido en aerosol (1)
• Cotonetes suaves
• Papel para limpieza de lentes fotográficos.
• Guantes de látex
• Una linterna pequeña
Nota 1: Estos productos pueden ser adquiridos en comercios de componentes electrónicos.
Las partículas arrastradas por los humos de corte son el principal motivo de contaminación de los componentes ópticos. Por ejemplo, el humo producido al procesar MDF se compone mayormente de vapores de la resina empleada en la fabricación de este material. Esta resina es un material viscoso y difícil de limpiar, dado que no cuenta con solventes naturales sólo puede ser removido por medios mecánicos.
Este es uno de los motivos por los que es tan importante una limpieza exhaustiva.
Espejos:
Efectuar la limpieza embebiendo el algodón del cotonete en abundante alcohol isopropílico.
Al limpiar el espejo usar el cotonete lateralmente para prevenir la posibilidad de que el vástago atraviese el algodón y raye la superficie del espejo.
Luego limpiar los espejos ejerciendo movimientos circulares suaves sobre el mismo por toda la superficie.
Finalmente secar con otro cotonete seco hasta remover toda la humedad y notar un brillo nítido.
Lente:
Comenzamos quitando la manguera que esta conectada el acople de aire enroscado al cono del cabezal.
Posteriormente quitamos el acople de aire del cono girándolo antihorariamente.
A continuación, quitamos el cono y aflojamos el tornillo del cabezal que sujeta el tubo con el lente en posición (suele ser un tornillo de bronce ubicado inmediatamente arriba y de frente al tubo).
Una vez quitado el tubo que contiene la lente, continuamos el procedimiento colocando una manta de algodón en una mesa plana para poder trabajar cómodamente. Luego quitamos la tuerca interna cuidadosamente liberando así la lente y sujetamos a esta por los lados para evitar dejarle marcas de los dedos.
Efectuamos la limpieza del lente embebiendo el algodón del cotonete en abundante alcohol isopropílico
Luego limpiar el lente ejerciendo movimientos circulares suaves sobre el mismo en ambas caras de la lente y por toda la superficie.
Secar con otro cotonete seco hasta remover toda la humedad y notar una nítida transparencia.
Finalmente volver a colocar la lente con la cara curva colocada hacia el interior del tubo y volver a armar el cabezal.
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